Hola a todos:
En los números pasados traté temas fundamentales para comprender las herramientas básicas de la improvisación desde el punto de vista armónico, en ellos di información útil para cualquier instrumentista que desee improvisar, sea guitarrista, saxofonista, trompetista, pianista, etc, pero como este espacio se titula de seis cuerdas, a partir de ahora trataré temas relacionados con la improvisación, pero aplicada a la guitarra.
Lo primero que quiero resaltar es que antes de improvisar el músico se debe preparar técnicamente en su instrumento, es necesario estudiar todas las escalas y arpegios básicos. Muchas veces me han preguntado si la improvisación es algo que todos podemos hacer o se necesita algún talento especial, la respuesta es: sí, todos podemos improvisar, pero antes hay que trabajar mucho con el instrumento, sin la debida preparación, improvisar puede parecer una tarea reservada sólo para algunos elegidos. En la guitarra se trata de aprender todo, en todo el diapasón para siempre tener disponibles las escalas y arpegios que se requieran y hablando de sistemas de escalas y arpegios, no hay una sola manera de tocar las formas o digitaciones, hay de hecho varias que se han convertido en el sistema básico de enseñanza de las diferentes escuelas. Personalmente creo que todas tienen su utilidad, ventajas y desventajas. Lo mejor, desde luego, es estudiarlas todas pero, como es obvio, por alguna tenemos que empezar.
Lo primero que haré será explicar algunos términos que usaré regularmente:
Forma: Le llamaré forma a una digitación o patrón determinado de escala, arpegio o acorde.
Posición: Lugar del diapasón en el que ubicamos nuestras formas. Lo más conveniente es llamar a la posición con el número del traste que se encuentra atrás del dedo dos.
Extensión: hacemos una extensión cuando nuestros dedos uno o cuatro, sin mover la mano de la posición, se estiran para alcanzar notas que se encuentran en los trastes vecinos a la misma. Es muy importante no confundir esto con las extensiones de los acordes (novenas, oncenas y trecenas) también llamadas tensiones.
Las tres técnicas principales para tocar formas de escalas y arpegios son:
a) La primera y, según creo, más tradicional, consiste en tocar las formas sin hacer extensiones, es decir, moviendo la mano de posición para hacer las formas.
Ejemplo # 1
Esta técnica tiene la cualidad de ser muy cómoda para la mano izquierda por no ser necesario extender los dedos uno y cuatro. Salen cinco formas para cada tipo de escala o arpegio. Un inconveniente de esta técnica es que, por los cambios de posición, las combinaciones de las formas de escalas y arpegios en muchos casos no coinciden, haciendo muy difíciles, tanto los cambios de acorde, como la substitución de arpegios.
b) La segunda, y más usada por los nuevos guitarristas, es una configuración de las formas ideal para usar la técnica de “plumilla económica” y las técnicas de ligados (hamer on y pul off), Estas escalas tienen tres notas por cuerda.
Ejemplo # 2
Con esta técnica se alcanzan con poco esfuerzo muy altas velocidades con patrones escalísticos, pero la coincidencia he intercambio entre las formas es por los cambios de posición, casi impracticable. Con esta técnica obtenemos siete formas por cada escala.
c) Por último tenemos las formas en posición. Esta técnica consiste en tocar las formas con extensiones de los dedos uno y cuatro, de manera que las digitaciones nunca se salgan de la posición.
Ejemplo # 3
*nota, anexo video del Método de Improvisación Vertical que por razones obvias no salió en el artículo :
El desarrollo de esta técnica, nos brinda posibilidades melódicas enormes, imaginen improvisar cualquier tema de jazz sin tener prácticamente que mover la mano en el diapasón y tener disponibles todos los cambios de acordes y substituciones a todo lo largo de la guitarra. El resultado es verdaderamente impresionante, es un generador de melodías sumamente eficiente, si sientes que al improvisar se te mueve el piso, este sistema es la solución.
En los próximos números iré dándoles las formas de las escalas y los arpegios y progresiones de acordes para improvisar con ellas. El objetivo será ir alternando el aprendizaje de las formas con su aplicación sobre las progresiones de acordes, logrando de esta manera asimilarlas mejor y paso a paso armar las progresiones II – V – I mayor y menor, para, en un siguiente nivel poder tocar los temas de jazz con arpegios y con escalas en todo el diapasón.